10 feb 2024

¿Aborígenes?

Memorias Guanches. Foto: Roberto Melo López.

IẒUṚAN. Durante el siglo XX se promovió desde el ámbito académico el uso del término ‘aborigen’ para englobar a la población originaria de Canarias. En la actualidad, esta denominación ha trascendido al habla popular desplazando en buena medida los términos tradicionales como "guanches" o "antiguos canarios". No obstante, desde hace décadas este apelativo está siendo puesto en cuestión y abandonado por algunos investigadores. 

Contextualización histórica

Las fuentes históricas escritas y orales nos transmiten que la población originaria del país usó diversos autónimos normalmente delimitados al ámbito insular; bimbapes o bimbaches en El Hierro, mahos en Lanzarote y Fuerteventura, guanches en Tenerife, gomeros en La Gomera, palmeses o palmeros en La Palma y canarios en Gran Canaria. Sin embargo, ya las primeras fuentes documentales se tiende a generalizar al conjunto de isleños con la denominación de "canarios" como se comprueba en la crónica normanda de Le Canarien, así como ‘naturales’ o ‘antiguos isleños’ en Abreu Galindo. 

Durante el siglo XVIII y XIX los autores harían uso de términos diversos como los tradicionales ‘antiguos isleños’, ‘naturales’ y especialmente ‘guanches’, pero también comenzarían a incluir 'indígena' y 'aborigen'. En el caso de "guanche" si bien denominaba inicialmente a los naturales de Achinech (Tenerife), acabaría por extenderse en el lenguaje científico y popular para denominar a la población originaria de todo el archipiélago. Pero sería en la segunda mitad del siglo XX cuando se consolidaría "aborigen" como término generalizador del registro culto que adoptarían la práctica totalidad de autores. ¿Tuvo que ver esto con las teorías prehistoricístas que hablaban de un "pasado neolítico" en Canarias?

Esta tendencia terminológica iría acompañada de una progresiva denostación del término étnico y popular "guanche", especialmente en el último tercio del siglo pasado debido a diversas causas. Entre ellas, pudo afectar el auge del nacionalismo canario popular que defendió un guanchismo anticolonial como símbolo de identidad. Esto provocó una "reacción anti-guanche” que lo confrontó  implementando narrativas terminales que insisten en la extinción de la herencia indígena. A esto habría que sumarle el desarrollo de los cabildos y sus competencias en materia de arqueología que impulsarían la insularización de las investigaciones. Este especial protagonismo de los cabildos coincidió con un un nuevo repunte del insularismo político tradicional en los sectores más conservadores de país.  

"Durante el siglo XX se consolidaría ‘aborigen’ mientras se denostaba el término étnico y popular guanche"

Problemas de “aborigen” 

El apelativo "aborigen" ¿promueve estereotipos prehistóricos?. Dibujo: Mundo Guanche

Aunque el significado de aborigen es de algo o alguien originario del territorio, parece haber estado más restringido al contexto de Australia. Este término aparece en inglés (aboriginal) desde el siglo XVII y significa “desde el origen” (en latín ab origine) convirtiéndose en la denominación usada por los europeos para los habitantes originales australianos y más recientemente para los canarios o cubanos. Algunos investigadores no sólo han abandonado el uso de este término sino que también han explicado por qué lo consideran incorrecto o inapropiado. Algunos autores como el psicólogo Pedro Hernández-Guanir, el paleontólogo Francisco García-Talavera o el Doctor en Historia José Farrujia de la Rosa, se han mostrado públicamente críticos con dicha denominación. 

Problema terminológico y la continuidad 

A pesar de ser sinónimos, existe un debate sobre la conveniencia del término “indígena” frente a “aborigen” en Canarias, planteamiento que propone el historiador Jose Farrujia. Para Farrujia, "aborigen hace referencia a las poblaciones que están en un lugar desde los orígenes” y esto no ocurre con los primeros habitantes de Canarias pues “proceden del norte de África, no pueden ser catalogados como aborígenes una vez asentados en las islas”. También considera que los "aborígenes son originarios de un país o territorio, por oposición a los que se han establecido posteriormente” por lo que los antiguos isleños fueron “oriundos del Norte de África, y sus descendientes serían indígenas (del latín inde geniti, egendrados allí) canarios. 

Sin embargo, podría esgrimirse que las Islas Canarias se encuentran en el Norte de África como Irlanda en el Norte de Europa. Es más, según la RAE ambos términos son sinónimos y según la perspectiva parecen adaptarse a la realidad histórica canaria. La cuestión es ¿de verdad significan exactamente lo mismo? ¿hay matices entre un término y otro? Veamos: 

RAE: Aborigen

1º adj. Originario del suelo en que vive.

2º adj. Habitante de un lugar, por contraposición al establecido posteriormente en él.

Sin.: indígena, autóctono, nativo, natural, originario, oriundo, primitivo.

RAE: Indígena

1º adj. Originario del país o territorio que se trata.

2º adj. Dicho de una persona: Que forma parte del pueblo originario que se asentó en un país o un territorio y que suele conservar su identidad y su cultura tradicional.

Sin.: aborigen, autóctono, oriundo, nativo, natural, originario.


Existe un vínculo biológico y cultural entre la antigua población amazigh de Canarias y la población actual. En la imagen, la alfarera Juliana Suárez Vega (Julianita) de Hoya Pineda (Galdar, Gran Canaria) en los años noventa del siglo pasado. Foto: Desconocido.

Si comparamos ambas definiciones, en la segunda acepción parece haber connotaciones dispares y sabemos que los usos no son idénticos a nivel internacional. La palabra indígena es un término más ampliamente aceptado y utilizado internacionalmente en diversas partes del mundo, siendo “aborigen” más restringida y acotada a países más concretos: Australia y Canarias. Si nos atenemos a los matices y los hechos, el término “aborigen” se ha asociado con poblaciones originarias que tienen una relación más distante con aquellas que llegaron después simplificando y no reconociendo las interacciones y relaciones entre las poblaciones a lo largo del tiempo. El caso paradigmático es sin duda el australiano. 

Por otro lado, a diferencia de “aborigen”, el “indígena” parece ser más inclusivo reconociendo las interacciones con poblaciones que arribaron después. El indígena no implica necesariamente una separación absoluta entre los pobladores originarios y los que llegaron como el mestizaje o el intercambio cultural. Esto lo ilustra claramente el caso de los pueblos indígenas ibéricos o americanos que siguen existiendo hasta nuestros días. Si consideramos que la población canaria actual está vinculada biológicamente y culturalmente con la población originaria del Archipiélago, el término ‘aborigen’ que delimitaría tajantemente una población de la otra no sería el más apropiado. En este aspecto, sería más adecuado el uso de indígena. 
"Si   la   población  canaria  actual  está vinculada con la población originaria el término   ‘aborigen’   no   sería   el  más apropiado."

 Problema de la connotación colonial 

El calificativo "aborigen" ha sido objeto de críticas por sus connotaciones coloniales y etnocéntricas ya que a menudo se ha utilizado históricamente para describir a los pueblos indígenas desde una perspectiva eurocentrista. 

Si en un país del mundo el término aborigen ha arraigado es en Australia. En inglés, el uso de aboriginal como denominación posee actualmente connotaciones negativas y desde hace décadas se ha cuestionado esta denominación para el conjunto de pueblos autóctonos de Australia. Para una parte de los australianos originarios, el término es despectivo e incluso ofensivo, aunque se prefiere el de Aborigines (con mayúscula) como denominación diferenciadora de otras poblaciones del mundo. Por todo ello, el Gobierno australiano utiliza desde los años ochenta del siglo pasado la expresión “indígenas australianos” (indigenous Australians). Sin embargo, hay originarios australianos que simplemente prefieren sus denominaciones regionales como los koori, murri, nyoongah o yolngu

Habitantes originarios de Australia encadenados a finales del siglo XIX.
Foto: State Library of Western Australia.

"Aborigen es peyorativo y discriminatorio, mantiene el discurso neo-colonial”

"Aborigen" es menos usado en América pero del mismo modo se ha asociado a la colonización europea y la subyugación de las poblaciones americanas originales. Su uso se ha vinculado tradicionalmente con narrativas que retratan a estas poblaciones como “primitivas” y “atrasadas”, como ocurre con los taínos de las isla del Caribe. 

En Canarias, otro país del mundo donde este término se ha consolidado, hubo que esperar al 2009 para leer las primeras críticas públicas al concepto. En este caso, el historiador José Farrujia señaló el "carácter peyorativo, discriminatorio, pues mantiene el discurso neo-colonial y las relaciones sociales de dependencia (…) de los conquistados en relación a los conquistadores”. Este discurso se vincula con la idea supremacista de “seres que aún no han llegado al estadio de ‘civilización’ e implica la infravaloración de la identidad e historia e sociedades que se considera diferentes e inferiores”, concluye Farrujia. 

Es evidente que la etimología del término refleja la perspectiva europea que ubica a los indígenas en relación con la llegada de los colonizadores, como si su historia y existencia comenzaran en ese momento. Y es que, como ya muchos autores internacionales han señalado, no existieron “aborígenes” antes de las conquistas europeas. 

 Conclusión 

Si en Canarias este término no tuvo ningún arraigo en particular y ya se usaba ‘indígena’ y ‘guanche’ a nivel popular ¿por qué se promovió este término especialmente en la segunda mitad del siglo XX? 

A modo de conjetura, consideramos que la especial predilección de “aborigen” pudo formar parte de una reacción político-cultural del ámbito académico frente al indigenismo guanchista característico del nacionalismo canario de segunda ola. El objetivo pudo ser consolidar la idea de la ruptura entre población originaria amazigh del archipiélago y la actual frente al discurso de continuidad guanche instrumentalizado por el nacionalismo isleño. Esto coincidió además con un repunte del insularismo político en consonancia con la insularización de las investigaciones arqueológicas que pasaron a ser competencias cabildicias. Esta hipótesis merece ser estudiadada. 

No insinuamos, en ningún caso, que aquellos investigadores o personas que usan preferentemente “aborigen” sean partidarios de narrativas terminales o colonialistas. Del mismo modo, no pretendemos sentar cátedra sobre cuáles son las denominaciones correctas e incorrectas. Nuestra única intención es dar a conocer el cuestionamiento del término “aborigen” sin ocultar nuestra toma de posición por el respeto a nuestros ancestros y su herencia.

Exposición "Caras ancestrales" de Francesca Philips con fotos de canarios actuales con ascendencia amazigh.

PARA SABER MÁS:


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