26 oct 2023

'Canariedades' incluye un capítulo sobre la lengua amazigh

Silvia C. Zelaya, Roberto Gil y Paula Fernández. Foto Nany Vega.

IẒUṚAN. La obra 'Canariedades. Textos para pensar una Canarias Otra' recopila una serie de artículos de una nueva generación de intelectuales canarios y canarias que invitan a reflexionar sobre la identidad canaria. Este trabajo es el "resultado de un esfuerzo compartido por pensar Canarias desde su pluralidad". Entre las autores destacan sus editores/as el Doctor en Filosofía Roberto Gil Hernández, la Doctora en Literatura y Estudios Culturales Hispánicos Paula Fernández Hernández y la argentina canaria Doctora en Antropología Social Silvia C. Zelaya Álvarez.  

Esta obra, editada por la Fundación Tamaimos y revisada por el lingüísta Jose Miguel Perera (www.bienmesabe.org), aborda aspectos genéricos de la canariedad como la literatura, la historia, el dialecto canario o la antropología. Además, incluye un capítulo sobre la lengua amazigh y su relación con la Canariedad del Doctor en Historia e impulsor de IẒUṚAN, Rumén Sosa Martín. El artículo, que lleva como título 'Canariedad y lengua amazigh. Genocidio lingüístico y consideraciones en torno a la revitalización para la re-construcción identitaria', explica la relación entre la lengua amazigh y Canarias para culminar reflexionando sobre su rol en la construcción de la Canariedad, así como su posible proyección futura. En sus propias palabras "(...) el desarrollo del amazigh como lengua cultural en la música, el teatro, el cine o la literatura consumaría un efectivo vínculo cultural con África más allá del usual planteamiento economicista".

4 oct 2023

VÍCTOR PERERA: "La toponimia nos permite conocer la evolución territorial de Gran Canaria"

Rumén Sosa. Nombres de lugar ancestrales como Artebirgua, Facaracás, Tajanicubidagua o Ayatirma vuelven a la vida tras más de una decada de investigación. El artenarense Víctor Perera Mendoza recibió el Premio de Investigación Chil y Naranjo de El Museo Canario por su trabajo sobre los términos amazighes del noroeste de Gran Canaria. Licenciado en Derecho por la ULPGC, Perera Mendoza ha publicado en IẒUṚAN, Bienmesabe, colaboró con la revista digital Mundo Guanche (2006) y con el Diccionario ínsuloamaziq (de Ignacio Reyes García, 2011). 

Proximamente presentará en el Museo Canario su primer trabajo monográfico Términos nativos del noroeste de Gran Canaria en el que rastrea a través de las fuentes documentales y la tradición oral la topinimia antigua de los municipios de Artenara, Agaete, partes de Tejeda y La Aldea. Su objetivo es seguir investigando el resto de la toponimia amazigh de Gran Canaria, un trabajo que no sólo aportará un conocimiento histórico de interés, sino que contribuirá a revalorizar un patrimonio lingüístico clave de la cultura amazigh de Canarias. Le agradecemos a Víctor Perera la amabilidad de responder a nuestras preguntas.

Rumén Sosa. ¿Qué supuso para usted la obtención del Premio Chil y Naranjo del Museo Canario? 

Víctor Perera. En primer lugar, una total sorpresa pues es difícil pensar que tu trabajo sea valorado de esa manera en concurrencia con otros trabajos de buena calidad y, por tanto, un honor. En segundo lugar, supone un estímulo para seguir investigando esta área de conocimiento. 

R.S. ¿Por qué y desde cuándo se interesó en investigar la toponimia amazig del noroeste de Gran Canaria? 

V.P. Desde niño estuve interesado en conocer el pasado de las islas y, en particular, de Artenara, donde contemplaba los impresionantes paisajes del centro de la Isla. Una de las dudas que me rondaba era la del origen de algunos nombres peculiares de la zona y, por otra parte, me intrigaba si era posible rescatar toponimia nativa a través de las fuentes existentes. Así, aunque a lo largo del tiempo había me había nutrido de fuentes orales, a partir de 2014 empiezo a acudir al Archivo Histórico Provincial de Las Palmas en busca de fuentes escritas antiguas que completaran los vacíos que la oralidad no podía cubrir. 


R.S. ¿En qué nos puede ayudar conocer los antiguos términos de la isla? ¿coinciden con la actual distribución de los municipios? 

V.P. Por una parte, nos permite conocer mejor la evolución administrativa-territorial de Gran Canaria y, por otra, nos da un marco de referencia desde el que poder afrontar de forma más eficiente, por ejemplo, una hipotética aparición de nueva información referente a la organización territorial nativa de la Isla. Los términos territoriales nativos, sufrieron un destino dispar. Una buena parte de ellos se acabarían convirtiendo en los municipios del presente, algunos quedaron relegados a pequeñas localidades o microtopónimos y, otros, simplemente, dejaron de usarse. 

R.S.  Aún Gran Canaria conserva bastante toponimia amazigh como el resto de las islas del país ¿encuentra diferencias con otras islas? 

V.P. En mi opinión, la toponimia mayor (nombres de territorios o localidades) está bien conservada en Gran Canaria y como dijimos, buena parte de ella da nombre a los actuales municipios de la Isla. Sin embargo, la toponimia menor (nombres de barrancos, laderas, montañas, etc.) fue la gran damnificada tras la colonización y no es tan frecuente como en otras islas del archipiélago canario. 

"La toponimia mayor está bien conservada en Gran Canaria, sin embargo la toponimia menor fue la gran damnificada tras la colonización."

R.S. Llama la atención que espacios tan importantes como La Isleta, Maspalomas, La Aldea o Sardina no conozcamos su antigua denominación ¿cómo es posible? 

V.P. A mi juicio podría deberse a varios factores que confluyen, como el conocimiento práctico del terreno que desde el ámbito europeo ya tenían de la Isla como resultado de las diferentes arribadas (de índole variada) que se produjeron desde, al menos, el siglo XIV; y la rápida adaptación de la población nativa a las nuevas pautas culturales impuestas, como forma de preservar el estatus, tratar de salvaguardar su seguridad, y reducir la desconfianza de los colonizadores tras una larga guerra de conquista, todo ello, allanado por la penetración sutil de las nociones cristianas en la sociedad nativa tras los recurrentes intentos evangelizadores previos a la conquista castellana. 

R.S. En base al estudio de la toponimia grancanaria ¿podemos hacernos una idea de la castellanización y posterior desaparición de la lengua canaria? 

V.P. No soy lingüista ni filólogo pero quizá la observación de las diferentes formas escritas que presentan los topónimos nativos desde el siglo XVI hasta la actualidad puedan permitir indagar en ese campo. 




R.S. El único nombre conocida de la isla desde la antigüedad es Canaria y Gran Canaria y de sus población amazigh 'canarios'. En base a tus pesquisas en las fuentes documentales ¿cree que es un nombre exclusivamente exógeno o existe la posibilidad que se base en una denominación nativa? 

V.P. Más allá de las referencias historiográficas clásicas, en la documentación protocolaria no hemos encontrado ninguna referencia que permita dirimir este asunto, ni en un sentido ni en otro. Es amplio el uso de la denominación "canario/a" en los documentos notariales para referirse a personas, lugares, estructuras o elementos de raigambre indígena pero esto no resuelve la cuestión planteada, que está totalmente abierta. 

R.S. Las fuentes nos hablan que la isla fue unificada por Attidamana y Gumidafe que eran de unas cuevas llamadas Facaracas que fueron confundidas con las del Patronato en Gáldar ¿dónde se encuentra exactamente Facaracas? 

V.P. Según la documentación consultada, el topónimo Facaracás, hoy desaparecido, hacía referencia a una demarcación nativa situada en su mayor parte en las medianías del actual municipio de Gáldar que abarcaría, entre otros, los actuales parajes de Barranco Hondo de Arriba, Barranco Hondo de Abajo, Juncalillo, Vega de Palominos o el Cortijo de Pavón. 

"Es amplio el uso de 'canario/a' en los documentos notariales para referirse a personas, lugares, estructuras o elementos de raigambre indígena."


R.S.Curiosamente, Fernando Guanarteme eligió poseer las tierras del conocido Redondo de Guayedra ¿por qué cree que fue elegido? ¿se le puede considerar una especie de "reserva canaria" de la época? 

V.P. Que algunas fuentes historiográficas atribuyan a este personaje el nombre alternativo de Guayedra podría dar a entender una especial vinculación - (familiar o de otro tipo) con este territorio nativo. La consideración de Guayedra como una "reserva" es la tesis que defiende Moreno Santana (2014) pero en esta investigación, sin perjuicio de esta tesis, se pone el foco en la determinación de los linderos de este territorio, como en el caso del resto de demarcaciones indígenas. 

Ahora bien, comparada con la situación del resto de territorios nativos que fueron repartidos entre diversos propietarios, es llamativo que el territorio de Guayedra fuera otorgado a un único propietario, de un papel tan destacado, como Fernando Guanarteme. Es, sin duda, una singularidad muy destacable en el contexto insular. 

R.S. Tirma fue probablemente el territorio más sagrado para los antiguos canarios. Algunos autores han propuesto que debió estar ubicada en el Risco de Faneque ¿el santuario correspondió con la actual montaña de Tirma? 

 V.P. La historiografía oscila entre la consideración del territorio en sí mismo como "santuario" y la existencia de un lugar concreto o una construcción dedicada al culto o relacionada con las personas vinculadas al culto. En la documentación consultada no aparece ningún lugar concreto que encaje, sin más, con estas informaciones aunque cabe señalar la presencia de "almogarenes" en la demarcación de Tirma, así como la existencia de un extraño microtopónimo, "Las Carnicerías de Canaria", ya desaparecido. Quien sabe si algún día la arqueología encuentre alguna estructura en la zona que por sus características pueda relacionarse con los datos historiográficos. 

R.S. ¿Cree que es posible recuperar algunas denominaciones perdidas como Facarcas, Artebirgua o Ayatirma? 

 V.P. Entiendo que sería positivo que la población conozca estas denominaciones pues, al fin y al cabo, forman parte de su historia y los conecta con una parte de su identidad que lleva relacionándose con el territorio desde hace más de un milenio. El uso que quieran hacer de estos nombres ya es cosa de cada cual. 

R.S. ¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha brindado este trabajo de tantos años? 

 V.P. Aunque quedan muchas dudas por resolver, son varias las satisfacciones que me ha brindado, tener más claro en panorama territorial de la zona, el hecho de encontrar algún topónimo inédito o documentar mejor algún topónimo actual que, por el paso del tiempo, presentaba una apariencia extraña. Me cuesta poner a uno de estos aspectos por encima de los otros.
"Sería positivo que la población conozca estas denominaciones pues forman parte de su historia y los conecta con una parte de su identidad que lleva relacionándose con el territorio desde hace más de un milenio."