13 abr 2022

¿Romén y o Rumén?


Rumén Sosa Martín. Tras la toponimia, la antroponimia constituye hoy la herencia lingüística amazigh de los canarios más importante. Gracias a la documentación histórica y listas de esclavos isleños en Europa, se han podido conservar y rescatar numerosos nombres personales. Además, podría afirmarse que hasta el momento, el único intento de revitalización lingüística guanche relativamente exitoso es la recuperación de los nombres personales. Si bien no ha tenido un alcance mayoritario en la sociedad canaria y vive una regresión, la opción de llamar a nuestras hijas e hijos con nombres ancestrales de nuestros antepasados se ha consolidado. 

Personalmente, puedo estar orgulloso de portar un nombre presumiblemente guanche que, simbólicamente, me une con ese pasado fundador de la sociedad canaria y, al mismo tiempo, con las aspiraciones de una generación de canarios anterior a la mía que miraba con ilusión el futuro de libertades que se presentaba ante ellos. 

Una de las grandes asignaturas, además de prestigiar nuestra antigua antroponimia amazigh, es avanzar en los estudios lingüísticos sobre la misma y el sustrato guanche en general. El estudio de las etimologías de estos nombres resultan complejo incluso mas que la toponimia por diversos motivos que los lingüistas ya han puesto sobre la mesa. Es obvio que la castellanización ha deformado estos términos, lo que unido a la falta de traducciones en las fuentes más o menos fiables han hecho de los intentos de traducción un auténtico rompecabezas con garantías limitadas. 

"Es obvio que la castellanización ha deformado estos términos, lo que unido a la falta de traducciones en las fuentes más o menos fiables han hecho de los intentos de traducción un auténtico rompecabezas". 

Romén y Rumén


Foto: José Mesa

Romén o Rumén fue, según el literato Antonio de Viana, mencey de Daute (noroeste de Tenerife) en los tiempos de la conquista. Viera y Clavijo por su parte distingue a dos personajes diferentes: el mencey Romén de Daute y el mencey Rumén de Tacoronte. 

El padre de la ilustración canaria, Viera y Clavijo, es el que más se extiende sobre estas supuestas figuras históricas. Sobre Romén, hijo de Caconaimo, nos habla de una actitud cobarde frente a la conquista castellana puesto que no se resistió a esta. Así lo explica: “considerándose lejos del común enemigo, cayó en la flaqueza de rechazar la liga que le proponía el rey de Taoro; pero, luego que se supo la rendición de éste y que sus estados se hallaban abiertos y amenazados del enemigo victorioso, empezó a temer y a persuadir a los otros príncipes comarcanos que no había modo de salvar la libertad y las vidas si no pedían la paz a los conquistadores, haciéndolos dueños de las condiciones y de todo el país. En efecto, Romén se sometió a don Alonso Fernández de Lugo sin haber disparado un banot, deshonrando su cetro con su cobardía". En lo que respecta a Rumén, fue mencey de Tacoronte antes de la conquista y accedió a los tratados de paz de Herrera. Sin embargo, su sucesor Acaimo fue contemporáneo a la conquista y se distinguió por su valor, siendo un “hábil general y uno de los más famosos menceyes”. Al contrario que Romén, Acaimo solo se habría rendido cuando se rindieron los demás soberanos de los menceyatos de guerra y “tuvo la gloria de presentarse al vencedor con un muslo atravesado por una ballesta y su lanza bañada en la sangre enemiga.” 


Significado 


 Lo primero que habría que preguntarse es si realmente este personaje o personajes existieron. Lo cierto es que su aparición en las fuentes es tardía ya que no aparecen en las crónicas de la conquista y habría que esperar a la obra de Viana de los albores del siglo XVII y de carácter literario. Para el propio D. Wölfel, sería posible encontrar paralelos en las lenguas bereberes pero no nos probarían nada ya que “...el poeta VIANA necesitó nombres en sus relatos dramáticos y que los inventó de igual manera que lo hicieron los autores de novelas de caballería y de poemas épicos”. Para María Rosa Alonso varios de los nombres que da de algunos menceyes no nombrados en documentos anteriores como Romén, Beneharo, Acaimo, Adjoña, Belicar, Pelinor o Guantacara son “puro invento onomástico vianesco” Es decir, no hay pruebas de que Rumén y Romén existieran, al menos, como nombres personales. 

"Lo primero que habría que preguntarse es si realmente este personaje o personajes existieron. Lo cierto es que su aparición en las fuentes es tardía"


Sin embargo, esto no fue óbice para que algunos investigadores se animaran a intentar traducirlos. Álvarez Delgado indicó que “parece nombre hispánico, pero puede estar basado en el topónimo Roma (Tegueste), que como nombre común vale ‘casa cuadrada’. Reyes García, ya en nuestro siglo, se atreve con una propuesta etimológica en base al verbo usado en el habla de los Ayt Zemmur de la zona norte del Marruecos central rum con el significado de 1‘Cerrarse, ser o estar cerrado. 2. Sobornar, corromper. 3. Cebar, engordar.’ De manera figurada también puede significar ‘Seducir, cautivar, persuadir’. En base a este paralelismo formal, Reyes García propone el adjetivo rumăn ‘seducido, sobornado, corrompido’. ¿Querrá decir esto que el nombre pudo ser real y dado posteriormente como sobrenombre? No hay garantías desde luego. 

Aunque no soy especialista me voy a atrever como afectado a proponer etimologías alternativas. En las mismas hablas amazigh del Atlas central encontramos el verbo ṛum con el significado de “medirse a” (confrontase con). Por ejemplo: Awd yan ur igiy ad t irum ‘Nadie es capaz de medirse con él’. Desde este verbo se construye el adjetivo ṛumen ‘enfrentado, confrontado con’ o el sustantivo plural rumen ‘acciones de medirse con, confrontar con’. Esta definición encajaría con la de un combatiente o luchador que habituaba medirse con otros luchadores. Ahora que ya puedo dar por dignificado mi nombre, concedo otra posibilidad etimológica en base al verbo rrumm ‘Estar completamente destruido, fracasado’ y en un sentido figurado ‘Estar agotado, extenuado, exhausto’. Así el adjetivo rrumman ‘destruido, fracasado’ o ‘agotado, extenuado’. También el sustantivo plural rrummen ‘destrucciones totales’. ¿Podrían explicar la existencia de estos dos otros adjetivos las diferencias entre ambos nombres?


ROMÉN


RUMÉN

Raíz R-M

umen adj. ‘enfrentado, confrontado con’

umen sust.‘acciones de medirse con, confrontarse con’,

rrumman adj. ‘destruido, fracasado’ fig. ‘agotado, extenuado’

rrummen sust. ‘destrucciones totales’

Fuente:

Amaniss, A. (2009). Dictionnaire Tamazight-Français (Parlers du Maroc-central)


Conclusiones 


 Aunque sea muy posible que estos nombres ni siquiera hayan existido, lo cierto es que desde el punto de vista lingüístico, como ya señalaría Wölfel, su comparación con las hablas amazigh modernas es factible. Quizás sean estos paralelismos los que nos permiten seguir dejando abierta la puerta a la posibilidad de que estos nombres pudieran haber existido. Máxime cuando en tiempos del poeta lagunero Antonio de Viana (finales del siglo XVI) la lengua guanche latía todavía en la isla. No faltaron además términos recogidos por primera vez de la oralidad que sabemos auténticos, así como frases guanches no recogidas por autores anteriores y de posible veracidad. 

Sea como fuere, estos nombres forman parte de la tradición literaria fundadora de la canariedad ya en plena gestación en esos albores del siglo XVII y consolidada un siglo después en las letras por el padre de la ilustración isleña. Más que motivos suficientes para sentirnos orgullosos de que nuestros padres hayan elegido para nosotros este bello nombre guanche. 

 

FUENTES

 Alvarez Delgado, J. (1979). Antropónimos Indígenas Canarios. 

 Amaniss, A. (2009). Dictionnaire Tamazight-Français (Parlers du Maroc-central) 

 Navarro Artiles, F. (1981). Teberite. Diccionario de la lengua aborigen canaria

 Reyes García, I. Diccionario Insuloamaziq (DHEAI) en línea 

 Viana, A. (1604 [ed. 1991]). Antigüedades de las Islas Afortunadas. 

 Viera y Clavijo, J. (1772-1783 [ed. 2016]). Historia General de las Islas Canarias. 

 Wölfel, D. (1965 [ed. 1996]). Monumenta Linguae Canariae.
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