IZURAN. La Comisión Beñesmer comenzó su andadura a mediados de la década pasada intentando recuperar la vieja festividad indígena del Beñesmer que marcaba el fin del ciclo agrícola y unía a la sociedad a pesar de las diferencias. El objetivo, además de recuperar tradiciones ancestrales y divulgar nuestra historia, es difundir valores de respeto a la tierra y nuestra cultura más ancestral. Años de trabajo, investigación y constancia están brindado sus frutos en un proyecto que intenta revivir el viejo calendario indígena y sus festividades.
Pero lo más sorprendente es que desde el primer momento los organizadores del proyecto han optado por la vía de la autogestión e independencia de las instituciones y sus golosas subvenciones, hecho que junto a la rigurosidad científica, reviste de mayor mérito a sus promotores. Una de las festividades que también están impulsando es la recuperación del Tawwurt n Awilan, es decir, la celebración del Solsticio de Verano de los antiguos guanches. Para conocer las características de esta festividad los miembros de la Comisión han investigado desde las fuentes etnohistóricas hasta los vestigios de la tradición oral.
Las crónicas recogen que para los antiguos isleños el solsticio de verano era celebrado y la tradición oral confirma el fuerte arraigo de esta festividad en la cultura popular del Archipiélago. Por tercer año consecutivo la Comisión Beñesmer ha celebrado el solaticio en el sureste grancanario, concretamente en la Playa de Vargas. Además de haber experimentado una notable mejoría este festejo lo están dando a conocer por medio de diversas conferencias que intentan acercar a la sociedad esta vieja efeméride y su significado. Estas tradiciones festivas no se pueden entender ignorando la importancia que jugaba el ciclo agrícola en la vida y cosmogonía de la sociedad amazigh de las Islas.
Alrededor de un centenar de personas se dieron cita en la Playa de Vargas para celebrarlo mediante diversas actividades tradicionales. Entre ellas destacó un taller de baile del tajaraste, charlas, baño en la playa, paseo y quema de la `tislit wukccud´ o `novia vegetal’, salto de la fogalera, guatatiboa… incluso algunos participantes se atrevieron además con los tamarcos de los antiguos. Finalmente muchos decidieron pernoctar para esperar el amanecer y contemplar el popular `baile del sol´, vieja tradición popular de las Islas que muestran una vez más la pervivencia de reminiscencias del antiguo culto precristiano al astro mayor. Así se culminó el acto que un año más rinde honor a nuestros antepasados y su tradición espiritual.
'tislit wukccud'
Fotos: Comisión Beñesmer, José Bolaños Santana.
1 comentario:
Muy buen blog, buena iniciativa, de tener información de nuestra cultura
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