Con sus 414 páginas, la obra es extensa y aborda una amplia variedad de temas relacionados con la historia de Canarias. No obstante, debido a la gravedad de ciertas acusaciones, consideramos relevante analizar brevemente sus ideas sobre la procedencia y etnicidad de nuestros ancestros.
Teoría “sahariana” y los problemas del Stock
Según Antonio M. Macías, el origen y la etnicidad de los primeros pobladores de Canarias no sería amazigh o bereber, sino que se trataría de “saharianos” procedentes del denominado “Sahara Occidental” o “Sáhara verde”, quiénes habrían llegado alrededor de un 1.500 años antes de nuestra era portando una cultura “neolítica”.
Es importante señalar que el autor propone una división geográfica peculiar, separando el Norte de África del Sáhara y diferenciando a las poblaciones bereberes de las saharianas. Sin embargo, surge una pregunta fundamental: ¿quiénes eran exactamente esos “saharianos”? La obra no ofrece una respuesta clara. Macías se limita a mencionar un “sustrato paleoafricano” compartido por las culturas que habitaron el “Norte de África, el Sáhara, así como los valles del Nilo y del Níger, cuyos orígenes se remontan al periodo Epipaleolítico, (10.000 años a.C.)”.
Para sostener su planteamiento, realiza un esfuerzo de reinterpretación que minimiza sistemáticamente las evidencias multidisciplinares en el ámbito de la historiografía, la arqueología, la lingüística, la antropología y la genética queya avalaron el origen y carácter amazige de estas poblaciones.
¿Qué es el stock?
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Representación de la arribada de los primeros pobladores de Canarias. ISOCAN. |
Su teoría pivota fundamentalmente sobre lo que denomina “Stock de capital”, es decir, el conjunto de animales domésticos y cultivos introducidos por los pobladores, que según su tesis, demostrarían inequívocamente una “procedencia sahariana” en lugar de amazige. Es por ello que nuestro análisis se basará precisamente en mostrar brevemente las contradicciones e inconsistencias de esta premisa. Y es que la elección de Macías por priorizar este aspecto en concreto, marginando otras evidencias más sólidas (lengua, arqueología, genética…), revela importantes sesgos. Veamos:
“(…) la genética no resuelve el nombre de ningún grupo colonizador ni, por supuesto, de los primeros canarios porque pueden tener un ADN norteafricano o de cualquier otro lugar, y lo que de verdad determina su lugar de procedencia es el stock de capital que poseía en su última morada africana y llevó a su hogar insular.” (Página 80) “En puridad científica, la única vía que permite conocer el origen del colonato se basa en estudiar su stock de capital colonizador, su conocimiento de los potenciales recursos de las islas y la causalidad migratoria que le impulsó a emigrar a este destino. Y el estudio demuestra que residía en la fachada atlántica del Sáhara occidental (…) (que formaba parte del gran Sahara verde)” (Página 82) |
Este “Stock de capital” estaría conformado por:
“(…) cereales, leguminosas, especialmente variedades adaptadas a la aridez, como la cebada blanca, las lentejas y las habas, plantones de una variedad de higuera, (…) una raza de cabra y otra de oveja sin pelo perros y gatos, una especie de cerdo doméstico, aunque en este caso persisten las dudas. (…) conviene reiterar que no trajo semillas (dátiles) de palmeras datileras, sarmientos de vides ni varas de olivo porque estas especies no existían en su morada sahariana debido a su extrema aridez.” (Página 83) |
Siguiendo el mismo enfoque propuesto por el autor, examinaremos las especies introducidas en el archipiélago por los primeros pobladores para determinar qué nos revelan realmente sobre su origen.
Vegetales
"La cebada es considerado el cereal bereber por excelencia"
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Cebada o Temosen cultivada en Acusam Artenara (Gran Canaria). Foto: Memoria indígena de Canarias. |
En lo que respecta a cereales como la cebada (Hordeum vulgare) , el trigo (Triticum spp.) y leguminosas como las habas (Vicia faba) y lentejas (Lens culinaris), el autor parece ignorar su gran vinculación con el Norte de África mediterráneo y atlántico desde tiempos neolíticos. Por el contrario, estos cultivos fueron marginales en el desierto del Sáhara.
La cebada, por ejemplo, es considerado el cereal bereber por excelencia, su cultivo en el Sáhara fue anecdótico y limitado a oasis pues requiere cierta humedad y suelos aptos. Sin embargo, no menciona los cultivos de cereales predominantes en regiones saharianas desde la antigüedad como el mijo (Pennisetum glaucum) y el sorgo (Sorghum bicolor) de los que no existe rastro en Canarias. Este hecho, evidencia un sesgo selectivo en el que se enfatiza especies compartidas como cebada o trigo mientras obvia las diferencias cruciales como la ausencia del mijo y el sorgo.
"Grecia estuvo simbolizada por el olivo, Roma por la vid y África por la higuera."
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Higuera ¿tasarte? |
Macías utiliza la ausencia de cultivos mediterráneos emblemáticos como la vid (Vitis vinifera), el olivo (Olea europea) y palmera datilera (Phoenix dactylifera)- para sostener la procedencia “sahariana”. Sin embargo, este planteamiento presenta problemas. Estas especies, que tienen su origen en Asia, se expandirían de mano de fenicios, griegos y romanos, por lo que es fácil suponer que su implantación aún no sería especialmente numerosa en el Norte de África hace dos milenios, limitándose al entorno próximo a Cartago, algunos otros enclaves fenicios y polis griegas, normalmente bastante alejados de la fachada atlántica del Norte de África. .
En relación a este asunto es interesante lo que señala el historiador Saïd El Bouzidi:
“Las higueras, como el olivo y la viña, son árboles mediterráneos por excelencia. Su expansión y su renombre van de la mano con las civilizaciones que marcaron las costas del Mediterraneo. Así, la civilización griega estuvo simbolizada por el olivo, la civilización romana por la vid, y la civilización africana por la higuera.”
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Castellano |
Guanche |
Bereber actual |
Vegetales |
Cebada (Hordeum Vulgare) |
temosen (Abreu) |
timẓin, tumẓin |
Trigo (Triticum ssp.) |
yrichen (Abreu) |
irden |
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Habas, arvejas (Vicia faba) |
hacichey (Abreu) |
abbaw (latín) |
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Lentejas (Lens culinaris) |
[desconocido] |
tilintit (latín) |
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Higuera (Ficus carica) |
¿tasarte? ¿abicore? (top.) |
tazart, tabakort (breva) |
Animales domésticos
"El cochino necesita agua y vegetación abundante, del mismo modo que el jabalí, que se encuentra en las zonas montañosas boscosas del Norte de África"
Con respecto a las cabras (Capra aegagrus hircus), ovejas (Ovis orientalis aries), perros (Canis lupus familiaris) y gatos (Felis silvestris catus), fueron introducidos en tiempos neolíticos desde Oriente Próximo y su cría se extendió por pastores protobereberes por todo el Norte de África, incluyendo el denominado Sáhara verde. Por lo tanto, su presencia no es privativa de ninguna región particular, si bien las ovejas tuvieron muchas menos presencia en las regiones saharianas.
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Castellano |
Guanche |
Bereber actual |
Animales domésticos |
Cabra (capra aegagrus hircus) |
axa (Abreu), aja (Marín) |
aghaḍ |
Oveja (ovis orientalis aries) |
tahatan (Abreu) haña (Abreu) ojis (Bethencourt Alfonso) |
tihattin, tixsi |
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Cochino (sus scrofa domestica) |
ylfe (Abreu) taquazen (Abreu) |
ilf |
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Perro (canis lupus familiaris) |
hagua (Abreu), ¿eydi? (top.) |
hawa, aydi |
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¿Gato? (felis silvestris catus) |
[desconocido] |
amucc, amcic |
Lengua y escritura
El autor intenta negar el carácter amazigh de la lengua y escritura de la población originaria del archipiélago, donde la cuestión se pone más delirante. Así nos dice:
“Considero que asociar esta lengua muerta y su alfabeto con los múltiples dialectos de la actual lengua amazig y su alfabeto implica negar a la cultura aborigen cualquier capacidad creativa en este importante apartado de cada cultura”. (Página 95) |
En esta afirmación podemos identificar la falacia de la falsa dicotomía pues supone que reconocer un origen común bereber implica necesariamente que los indígenas canarios no desarrollaron innovaciones propias. El autor se equivoca al confundir continuidad lingüística con pasividad cultural, pues como se sabe, tanto en las islas como en el continente, la lengua y alfabeto amazigh han experimentado innovaciones regionales y temporales.
Para Macías, de la lengua no se puede saber nada pues las “raíces (de su lengua) se encuentran entre las primeras lenguas vernáculas del escenario sahariano, y nada ha quedado de ella en ese escenario”. Con respecto a la escritura, en la página 93 y 94 niega, contra toda evidencia científica, que esta sea líbico-bereber puesto que “no presenta similitudes con los grafemas del alfabeto líbico-bereber”.
Por si fuera poco, va a más cuando propone cambiar el nombre por “alfabeto líbico-fenicio” y acaba inventando palabras guanches en las páginas 285 y 285 por supuestas derivaciones.
¿Es una teoría novedosa?
"La teoría presenta paralelismos con las hipótesis de poblamiento Íbero-Sahariano promovidas durante el franquismo"
Al mismo tiempo, se minimizó intencionadamente el vínculo con los bereberes septentrionales. Entre sus más destacados exponentes, se encontraban Sebastián Jiménez Sánchez y Julio Martínez Santa-Olalla que promovieron una arqueología al servicio del poder y un racismo científico que buscaba estos paralelismos al mismo tiempo que describía a los antiguos isleños como “primitivos” necesitados de la “civilización” española.
Esto lleva a considerar que, aunque Macías reformula esta teoría como una revisión histórica revolucionaria, comparte los elementos claves con las viejas teorías franquistas; minimización del origen bereber, idealización de un “Sáhara verde” neolítico. Esto muestra que, lejos de ser innovadora, la propuesta se limita a reciclar viejos paradigmas desacreditados por la investigación de las últimas décadas.
Descalificación a los investigadores
Sin lugar a dudas, lo más reprochable no es ni mucho menos la propuesta de ideas divergentes al consenso científico, sino las acusaciones a los investigadores de tener una postura cómplice con la política del PSOE en connivencia con el expansionismo marroquí, como se puede apreciar en la página 80 y en el texto y su nota de página, así como en las páginas 349 y 350.
“De ello se colige que pretender interpretarlos con la actual lengua bereber amazig constituye otro despropósito. En resumen, no existe ninguna Canarias amazig, como ultimamente quieren colarnos a través incluso de los medios audiovisuales públicos, de modo que esta falacia obedece a la ignorancia o está financiada por intereses ajenos a la ciencia.” |
Resulta especialmente preocupante la acusación que lanza contra la comunidad científica nacional e internacional, cuando es precisamente el autor quién parece incurrir en los errores que denuncia. De hecho, probablemente no sea casualidad que Macías participe en la presentación de una fundación creada por Coalición Canaria, lo que resulta totalmente legítimo y respetable, puesto que tanto él como cualquier otro investigador tiene derecho a poseer su propia ideología política siempre y cuando su labor científica parta desde el rigor y honestidad intelectual.
"Resulta preocupante la acusación que lanza contra la comunidad científica, cuando es el autor quién incurre en lo que denuncia."
Sus acusaciones constituyen una evidente falacia de asociación pues parece confundir el ámbito académico con el político. Los amaziges constituyen un conjunto de pueblos autóctonos del norte de África (incluyendo el Sáhara) y no se limita a las fronteras actuales de Marruecos, sino que se extiende a nueve estados más: Argelia, Mauritania, Túnez, Libia, Egipto, Mali, Níger, Burkina Faso y España (Ceuta y Melilla). Reducir este debate científico a supuestas implicaciones políticas contemporáneas empobrece el rigor académico que debería presidir estas discusiones. El estudio del pasado no debería ser rehén de los conflictos del presente.
Conclusiones
El análisis de la obra de Antonio M. Macias resulta interesante pues nos permite atestiguar la persistencia de teorías superadas que, aunque carentes de sustento empírico, pueden resurgir periódicamente revestidas de pretendida novedad. Su propuesta sahariana, presentada como rupturista, en realidad recicla viejos postulados del periodo franquista.
Paradójicamente, el propio “Stock de capital”, que Macías esgrime como prueba determinante para confrontar evidencias más sólidas como la arqueología, anteropología, lingüística y genética, acaba desmontando su tesis. El análisis de los cultivos y especies domésticas lejos de apoyar una procedencia sahariana refuerza precisamente la conexión con las antiguas sociedades amaziges del norte de África, en línea con el consenso científico establecido. La supuesta singularidad sahariana se diluye al contrastar los datos arqueozoológicos y paleobotánicos con los contextos cronológicos del Mediterráneo y Atlántico africano próximo a las islas.
Sus elucubraciones sobre la lengua, la escritura y las creencias religiosas de los antiguos isleños así como sus contradicciones, no hacen sino corroborar su que Antonio Macías no tiene pruebas, pero tampoco dudas. Macias opera bajo una contradicción fundamental: mientras acusa a la comunidad científica de falaz, él mismo construye su relato sobre premisas indemostrables, despreciando las metodologías consolidadas. Más allá del debate académico, este caso ilustra como los sesgos ideológicos pueden distorsionar la investigación histórica.
"Paradójicamente, el Stock de capital acaba desmontando su tesis."
- Cuzin, et alli. Les observations du sangliers dans le Sahara Atlantique marocain.
- El Bouzidi, Saïd. Le Figuier, histoure, rituel et symbolisme.
- Farrujia de la Rosa, J. Arqueología y Franquismo en Canarias. Política, poblamiento e identidad (1939-1969)
- Louft, A. Rasgos morfológicos de la toponimia no hispánica canaria vista desde el bereber.
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- Millares, Yuri. Jacob Morales Mateos, arqueobotánico.
- Mora, I. La transcripción del alfabeto líbico-bereber canario.
- Reyes García, I. Diccionario ínsuloamaziq.
- Sabir, A. Las Canarias preeuropeas y el norte de África. El ejemplo de Marruecos. Paralelismos lingüísticos y culturales.
- Sosa Martín, R. Proceso de sustitución lingüística.
- Springer, R. Origen y uso de la escritura líbico-bereber en Canarias.