GUANCHE


El Guanche es el pueblo y lengua amazigh originarios de la isla de Tenerife (también denominada Achinech). Con el tiempo, este etnónimo se amplió para designar al conjunto de pueblos y lenguas amazighes de Islas Canarias. Las antiguas poblaciones amazighes isleñas incluyeron a  los bimbaches o bimbapes [winbafen], ahoares [ihawuaren], gomeros [ighummaren], guanches [wincinic], canarios [ikanarin] y mahos o mahoreros [mahur-at], constituyeron las antiguas poblaciones amazighes isleñas.

¿Por qué preferimos la denominación guanches o antiguos canarios en lugar de "aborígenes" e "indígenas"? 

De manera similar a cómo "canarios" fueron los pobladores originarios de la isla de Gran Canaria y, posteriormente, se extendió para designar al conjunto de naturales del Archipiélago, el término 'guanche' también se ha adoptado de forma generalizada para englobar a todos los pueblos amazighes de Canarias. Esta denominación es autóctona, tiene una base histórica y un fuerte arraigo social que la convierte en una forma legítima de referirse a las antiguas poblaciones originarias.

Por otro lado, los términos 'aborígenes' e 'indígenas' poseen connotaciones coloniales que no sólo son ajenas, sino que también omiten la continuidad histórica entre las antiguas poblaciones amazighes y  los canarios contemporáneos. El término 'guanche' ha sido utilizado de manera extensiva desde tiempos antiguos y sigue siendo ampliamente reconocido, tanto a nivel nacional como internacional. Cabe destacar que este término no reemplaza ni debe sustituir las denominaciones específicas de las poblaciones insulares, como bimbaches, ahoares, gomeros, mahos o canarios, que conservan su valor cultural y específico. Por último, no debe olvidarse que estas poblaciones insulares se fusionaron con las de otras islas (mahos con canarios, estos con guanches etc.), así como con otros africanos y colonos europeos.

En nuestra opinión, el etnónimo "guanche" no solo preserva la memoria histórica de los pueblos originarios del Archipiélago Canario, sino que también reconoce y respeta la continuidad cultural y biológica de los canarios actuales con sus ancestros amazighes.


GUANCHE
(VARIEDADES AMAZIGHES DE CANARIAS)  

Extracto de un diálogo en amazigh en la Comedia del Recibimiento de Cairasco Figueroa (1580).

Aunque desde los tiempos de contactos con los europeos ya los mismos cronistas palparon la clara vinculación de la lengua de los antiguos canarios con la bereber, no es hasta el siglo XX cuando se consolida la certidumbre científica del carácter amazigh de la antigua población indígena de las Islas Canarias. Así lo expresa Ignacio Reyes: "Hoy, las pesquisas arqueológicas, genéticas, lingüísticas y etnográficas, es decir, un amplio despliegue de exploraciones multidisciplinares, aunque ejecutado de forma un tanto inconexa, suministran ya dos verificaciones muy sobresalientes. Por una parte, la filiación amazighe, bien en un estadio líbico y/o más moderno, de las antiguas poblaciones isleñas y de su producción sociocultural". 

Gracias a la pervivencia de diversas variedades lingüísticas del amazigh en el Continente, podemos identificar y traducir cientos de voces que han pervivido fosilizados en el español de las Islas. A pesar de su desuso frente a la imposición del castellano, el amazigh marcó una profunda impronta que perdura hasta la actualidad mediante una abundante toponimia que se extiende por todo el Archipiélago. A esto debemos añadirle cientos de voces que abarcan desde diversos ámbitos del habla popular (nombres de plantas, animales, alimentos, folclore) hasta expresiones, verbos y adjetivos. Para algunos existe incluso una influencia en la fonética del español en Canarias que aún está por confirmar por la investigación científica. Esta herencia ha permitido desarrollar una extensa lingüística comparada originada siglos atrás y continua hasta el día de hoy.  

 LA ESCRITURA AMAZIGH EN CANARIAS


 La escritura líbica fue conocida y empleada por los antiguos canarios a pesar de que en las fuentes etnohistóricas europeas tras la Conquista de Canarias lo niegan u obvian. Sin embargo, la arqueología ha demostrado que el uso de la escritura bereber se extendía por todas las islas del Archipiélago. El paso inadvertido es un hecho comprensible si entendemos que la escritura amazigh era desconocida por la cultura occidental hasta hace aproximadamente un siglo, así como la sencillez de unos caracteres alfabéticos geométricos.

Esta epigrafía fue descubierta en Canarias por el sacerdote herreño Aquilino Padrón en 1879, por la misma época en que los investigadores franceses empezaban a descubrirla también en el norte del Continente africano. El ilustre Sabin de Betherlot envió copias de las inscripciones al general francés Faidherbe, quien había estudiado inscripciones similares en el Norte de África y reconoció la escritura canaria como perteneciente a la Líbico-Bereber. 

Sin embargo durante las las primeras décadas hasta bien avanzado el siglo XX la actitud de los investigadores fue distante e incluso reacia a la posibilidad de que la población indígena conociera la escritura. Con el tiempo la creciente multiplicación de hallazgos confirmó a lo largo del siglo XX la autoría nativa de la escritura. A partir de la década de los noventa del siglo XX los hallazgos se incrementaron hasta el punto de que se conocen estaciones de grabados líbicos en todas las Islas. Pero por ahora, cabe señalar que no han podido ser descifrada ninguna inscripción, aunque si bien es verdad no han faltado hipótesis que por ahora tendrán que esperar a nuevos avances en los estudios de la epigrafía y lengua amazigh tanto insular como continental.  

 El patrimonio epigráfico amazigh de los antiguos isleños sigue siendo un gran desconocido para la mayor parte de la sociedad canaria en contraposición a ciertas figuras simbólicas procedentes de estaciones rupestres. Este desconocimiento general no se debe probablemente a una única razón.


 Entre ellas podemos señalar el acusado desconocimiento en relación a  la civilización amazigh, lo tardío de los descubrimientos y la contradicción entre la concepción dominante de ‘prehistoria canaria’ con la existencia de la escritura. El líbico no constituye un rasgo cultural anecdótico de los antiguos canarios. Además el papel epigráfico amazigh de Canarias no es para nada marginal frente al Continente. “La gran abundancia de textos en un área geográfica tan reducida como lo es El Hierro o Lanzarote resulta ser casi insólito; habría que buscar en el norte de África y Sahara para hallar zonas que puedan ostentar una densidad similar de inscripciones líbico-beréberes. Todo ello sin contar con lo que es obvio sospechar: que el número de grabados alfabéticos hallados son solo una parte de los que fueron realizados en su día.” (Springer Bunk).