IZURAN. Medio milenio después
Ansite aún da mucho que hablar. Ansite es hoy una fortaleza como ayer, aunque
por fortuna de distinta naturaleza. Ansite es un bastión frente al olvido
interesado de la historia de un pueblo. Este distinguido galardón se lo ha
ganado a pulso un cortometraje, sí hablamos de cine, de cine canario. Pero no
hablamos de un proyecto cinematográfico de un iluminado cualquiera. Tras este
empeño se esconde una inquietud social que está dando sus frutos. No obstante
hablamos de una de esas aventuras poco habituales en una Canarias acostumbrada
a la sosa cultura de la subvención.
Hace ya unos pocos años su director Armando Ravelo decidió
lanzarse a la piscina. Apostó por un proyecto que muchos considerarían una
locura. Su amor por la historia de su país unida a su vocación cinematográfica le
permitió afrontar eficazmente la titánica tarea. No sólo pudo embaucar a un
grupo de profesionales isleños y extranjeros en este arriesgado periplo, sino
que además conectó con una sociedad ávida de revivir sus raíces. Casi un
centenar de extras decidieron ofrecer sus servicios voluntariamente como el
resto del equipo. Era la manera de brindar su apoyo a un proyecto en el que creían,
un proyecto que nos ayudará a todos a aportar más luz a esas tinieblas que
siguen encuevando en el olvido la historia isleña. Y nada mejor para
ello que hacerlo desde la seriedad, rigurosidad y dignidad que merece.
Los resultados saltan a la vista; el teaser ‘Bentejuí’ y
posteriormente cortometraje ‘Ansite’ sorprenden y desconcierta a muchos en las
Islas Canarias. La prueba es el rotundo éxito cosechado en la totalidad de sus
proyecciones en Gáldar, Las Palmas de GC,
Aguere, Agadir…etc. un éxito sin antecedentes en el mundo del
cortometraje isleño. Más allá de lo que
algunos podrían considerar rancias nostalgias lo cierto es que una clave del
éxito radica en la filosofía de un proyecto fílmico que no se autoimpone
fronteras. Es ni más ni menos que contar una historia humana universal con la
conciencia de que no deja de serlo por haberse desarrollado por estas
latitudes.
Salas del Cine Monopol repletas. |
No obstante sorprende a la
persona no prevenida que ante la excelente acogida del público las
instituciones y organismos que se suponen debería apoyar este tipo de
iniciativas de especial interés común miran
para otro lado. Una actitud que no
sorprende a los ciudadanos habituados ya al mediocre guion cultural marcado
desde las altas instancias de las Islas más partidarias del olvido que del
libre pensamiento. Sin embargo ‘Ansite’ y el Proyecto Bentejuí cuentan con algo
más primordial que una subvención; la calidad del film a pesar de su nulo
presupuesto, la pasión de un equipo humano de gran valía, la constancia de su
alma mater y por supuesto, el apoyo social incondicional que le brinda la
ciudadanía.
Pero esto es sólo el principio. Pronto se estrenará en otras
islas como Lanzarote, La Palma, Tenerife y otras ciudades del Estado como
Madrid, Barcelona, Coruña o Bilbao. El objetivo es convertir este proyecto en
un largometraje, algo que obviamente requiere de un presupuesto propio del
cine, y de ahí la necesidad de su promoción internacional en busca de
inversores. Cada vez seremos más los que disfrutaremos de la historia hecha
cine, el mejor homenaje para una gesta de resistencia amazigh y universal que
ya es eterna.
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