17 feb 2025

Pepito el del Risco

Pepito con su garrote en el Risco de Agaete. Foto: Jose Ángel Molina. Jurria Taguante.

Rumén Sosa. Era una tarde nublada en el pueblo del Risco cuando un buen amigo me presentó a Pepito el del Risco, mi objetivo era hacerle una encuesta sobre léxico canario. Con amabilidad, humildad y paciencia respondía las preguntas de dos pibes veinteañeros. Lo primero fue preguntar su nombre y apellidos; José Suárez Martín, nacido en 1936 en esta preciosa localidad perteneciente al Municipio de Agaete en Gran Canaria, donde se crió y vivió casi toda su vida. Desde niño, ya recorría los majestuosos riscos y barrancos que le rodeaban subiendo al Pinar de Tamadaba a buscar pinocha y carbón. Ya desde adolescente criaba animales, sembraba y aprendió a saltar con el garrote por sí mismo fijándose en los mayores y por necesidad para desplazarse por el abrupto entorno de la antigua comarca de Tirma

Pepito nos habló de su primera y última salida de la isla con tan sólo 21 años a cumplir el servicio militar en Ceuta y el vecino Sahara, las anécdotas de la pobreza que vio en la gente del lugar y que tanto le impactó. A su vuelta a Canarias siguió trabajando en la Finca de Tirma durante 37 años, que conoce profundamente, del mismo modo que la Montaña Sagrada de Tirma, Barranco de Góngora, Barranco de Güigui, Tifaracás, Tamadaba y los pasos de Faneque: Taguante, Garapacheras...

Pepito saltando. Año 2005. Foto: Grupo Montañero El Calvario.

Como recogió Jose Ángel Molina de la Jurria Taguante, se trataba de un hombre bueno que siempre tuvo cabras tanto por necesidad como por gusto y es por ello que le encantaba hablar de animales, especialmente de las cabras guaniles, de sus colores: pipana, berrenda, rusia... De toda su comarca, su lugar preferido era Faneque pues se sentía más cerca del cielo sintiendo que allí habitaron los antepasados. 

 A mi personalmente me causó honda impresión ya que ver a un hombre de setenta años con esa agilidad y capacidad de moverse por esos riscos no se ve habitualmente. Conservó así la tradición del salto del pastor siendo un referente para los saltadores grancanarios y guiando rutas a los peligrosos pasos de Faneque con grupos de montañismo y jurrias, con las que mantenía una gran amistad. Con un profundo arraigo, Pepito conocía bastante la toponimia de la zona, canarismos y el territorio por el que sentía una gran devoción. Con muy buen sabor de boca concluí aquella encuesta ya cayendo la noche hace ya más de 10 años y que evoqué hace unos días al enterarme del triste fallecimiento de Pepito. 

 Descansa En Paz y gracias.
ⵉⴵⵓⵏⴼⵓ ⴷⴳ ⵜⵏⴰⴳⵔⵉⵜ ⵜⴰⵏⵎⵎⵉⵔⵜ

Pepito en el time del Roque de Faneque con el Teide al fondo. Año 2006. Foto: Grupo Montañero El Calvario.


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