12 ago 2024

Canaria ¿es un nombre latino o amazigh?

Mapa elaborado por Tomàs López. Año 1780.

Rumén Sosa. Tradicionalmente se ha asignado un origen latino al término Canaria, sin embargo la verdadera etimología no parece clara. Las hipótesis son diversas ya desde hace siglos pero se podrían clasificar en dos tipos; las que adjudican un origen exógeno al vocablo y las que la consideran un término autóctono utilizado por la propia población indígena para autodenominarse. 

Teoría de los perros o las focas monjes 

Esta se basa en el considerado primer documento conocido que parece hacer referencia al archipiélago escrito por Plinio El Viejo en el siglo I. Este historiador latino recogió en su obra informaciones de la expedición impulsada por el rey Juba II de Mauritania (actual norte de Marruecos) que llegó a las islas en el 40 a. C. En este escrito se hace referencia a unas Fortunatae Insulae (Islas Afortunadas) nombrándolas individualmente con términos latinos, entre ellas una Canaria que parece referirse a la actual Gran Canaria. 

Según Plinio, esta denominación fue dada en memoria del "gran número de perros (canes) de enorme tamaño, de los cuales le fueron llevados dos a Juba", es decir, que capturaron y se llevaron a Mauritania. Por tanto, la etimología tendría relación con estos perros siendo tan aceptada esta versión que incluso fueron incluidos en el diseño del escudo de Canarias. 

Escudo de Canarias en la obra de Viera y Clavijo (Siglo XVIII) que incluye la figura de los perros legendarios.

El historiador José Juan Jiménez plantea que los canes a los que se refería Plinio no podían ser perros pues las islas según él estarían aún deshabitadas. Por ello, considera que debieron referirse a los cannis marinus, es decir, una especie de foca monje de gran tamaño que pobló las costas del Archipiélago hasta el siglo XV. Esto se podría apoyar además en que, según los hallazgos arqueológicos, los canarios no contaban con perros de gran tamaño. 

Teoría de los canarios continentales 

Plinio también mencionó en otro texto a un grupo norteafricano denominado “canarios” (canarii en latín) en la vertiente oriental de la Cordillera del Atlas, cerca del Río Guer. Sin embargo, Plinio vuelve a relacionar el término con los canes (perros) ya que "habitan las regiones más próximas llenas de elefantes, fieras y serpientes de todo tipo” y por eso “son llamados canarios, puesto que su régimen no se distingue del de los perros y comparten con estos animales las entrañas de las fieras". 

Abreu Galindo a finales del siglo XVI también hace referencia a esta población y señala que pudo ser la que dió nombre a las islas: “En las faldas del Monte Atlas, en África, hay unos pueblos que llaman los naturales de aquella región canarios; y podría ser que el primero que descubrió esta isla fuese de aquellos pueblos, y a contemplación de su tierra la llamase Canaria…”. Esto parece coincidir con una gran tribu denominada Kannurieh -posible variante arabizada de Canaria- que señaló el geógrafo árabe Acharif El-Idrissi que habitaba la zona sur del Río Num a cien kilómetros al norte del Río Draa. 

Para Jose Juan Jiménez, también este pueblo bereber pudo asentarse en la isla de Gran Canaria posteriormente en el siglo I tras rebelarse a los romanos y ser deportados por ellos. Aunque las islas fueran denominadas “Canarias” por la foca monje, con el envío de los canarios continentales a Gran Canaria se relacionarían ambos nombres progresivamente. 
"El pueblo bereber de los canarios pudo haberse asentado en la isla de Gran Canaria en el siglo I"

Poblaciones norteafricanas próximas a Canarias nombradas por los romanos en el siglo I a.C. según M. Rachet sobre un mapa físico actual de Google Earth. Se observa los canarios (canarii) en la actual región de Tafilalt.

Dudas sobre la procedencia latina 

 Una lectura crítica de las fuentes ponen en cuestión las teorías convencionales y nos interpela rehuir de un papel pasivo de la población autóctona o, al menos, intentar valorar la posibilidad de un mayor protagonismo de la misma teniendo en cuenta el sesgo eurocéntrico de las fuentes que conocemos. 

Las supuestas etimologías latinas generan serias dudas ya que supondría que desconocemos cómo se autodenominaba la población originaria de Gran Canaria así misma o a la isla. Un motivo de ello es que, a diferencia del resto de islas y por algún extraño motivo, ningún cronista lo documentó. Por si fuera poco, algún historiador defiende que no se autodenominaron de ninguna manera ¿pudo ser esto posible? 

"La etimologías latina genera dudas ya que supondría que desconocemos cómo se autodenominaba la población originaria de Gran Canaria"

 Una serie de hechos nos hace poner en duda estas hipótesis:

 En primer lugar, la etimología de Plinio ha sido cuestionada por los historiadores ya que no conocemos más referencias en los textos clásicos sobre este significado. Este pudo haber sido una interpretación fruto de la imaginación del autor siendo una falsa etimología como señalaron J. Desanges y G. Marcy. Este último advierte de que existe una tendencia de Plinio a la etimología popular por juegos de vocablos, habitual en la época. 

 En segundo lugar, conocemos la denominación indígena de todas las islas y de sus poblaciones (exceptuando el caso de La Palma donde conocemos el nombre de la isla pero no poseemos fuentes directas del nombre de la población). Sin embargo, no nos han llegado en uso alguno los otros nesónimos con los que supuestamente los romanos habrían bautizado al resto de islas como Capraria, Nivaria, Junonia, Pluvialia, Ombrion o Planasia

"La etimología de Plinio ha sido cuestionada por los historiadores."

Mapa de Benedetto Bordone (1534) donde aparecer algunas islas con el nombre supuestamente puesto por los romanos: 'Ombrio', 'Iunone', 'Ninguaria'...

Además, resulta llamativo que un territorio insular y población tan delimitada no identificaran la isla ni a sí mismos con ningún tipo de denominación. Existen casos raros en el mundo donde por su excepcional aislamiento se autodenominan de manera muy genérica como “nosotros” o “gente”, y aún así se trataría de una denominación específica en su lengua. La inexistencia de un nombre indígena de la isla es altamente improbable ya que se observa casi diariamente las islas vecinas y en otros contextos insulares del mundo desconocemos casos específicos en que la población indígena no usara ninguna denominación para la isla que habita y las vecinas. 

Por último, si existió y no nos ha llegado también es inaudito tratándose de uno de las poblaciones isleñas más conocidas por los propios conquistadores y colonos europeos, siendo partícipe de las conquistas de La Palma y Tenerife. Una población que cuya élite se vinculó fusionó con conquistadores y colonos destacados. 

 ¿Qué nos dice la lengua amazigh? 

Para Desanges, aunque Canaria y canarius pueden derivarse en apariencia del latín canis, no debe resultar la prueba definitiva para excluir un posible origen líbico-bereber del término que los romanos pudieron interpretar de manera arbitraria.  En lo que respecta a las fuentes contemporáneas o próximas a la conquista tampoco aclaran la cuestión con nitidez. Pero si el nombre fuera autóctono ¿podría haber alguna etimología en amazigh que lo explicara? 

 En la vecina costa continental, los actuales hablantes de amazigh de la región de Sus (variedad Tachelhit), en el sur de Marruecos, poseen una curiosa etimología popular que considera el nombre de Canaria vendría del término aknari y taknarit, es decir, el 'tuno, higo pico' y la 'tunera' o 'chumbera'. Como bien aclara el linguista marroquí Ahmed Sabir, esto no puede ser así pues esta especie vegetal proviene de América y entraría a esta región vecina a través de nuestro Archipiélago por lo que el nombre de esta planta vendría de Canarias y no a la inversa. 
El tuno o higo pico (aknari) es un fruto muy apreciado en las llanuras del Sus, especialmente en la costa al sur de la región donde existen numerosos cultivos y elaboración de productos derivados como esta mermelada.

Sin embargo, hace ya más de dos décadas que el investigador tinerfeño Ignacio Reyes García señaló la raíz consonántica amazigh KNR y NR como posible origen de nuestro gentilicio. En efecto, en esta raíz hallamos las voces eḳǎnǎr o eḳănnăr, que actualmente están vigentes en las hablas tuaregs meridionales con el significado de ‘frente’ y por extensión ‘frente de combate’. De esta raíz también se deriva el nombre personal Akănaru y el verbo səḳḳənnər ‘conducir al frente del ejército’ o ‘ponerse al frente del ejército’. 

Reyes García señala también la cita de Diego Gomes Sintra (siglo XV) que afirma que "Los hombres naturales de Gran Canaria, idólatras, son hombres corpulentos y, algunos entre ellos, se llaman guerreros". Además, el mismo autor, resalta algunas fuentes que emplean el término "Canariote", que considera que podría ser la castellanización de Kanar-at 'los hijos o tribu de Kanar'.

Con todo, nos urgen las siguientes preguntas; ¿Podría remitir a un significado autopercibido de la población autóctona como destacados guerreros por su valentía ya que son vanguardia en el ‘frente del combate’? ¿Es posible que este término amazigh diera lugar a un nombre autóctono que fuera latinizado como canarius plural canarii y posteriormente castellanizado como canario(s) en nuestro país? ¿El nombre autóctono de la isla y su población provendría de ese pueblo continental o surgiría en la isla posteriormente? 

«Llamáuase Guana[rtheme, díjole Silva] con afectos tristes lo mal que lo hacían los [canarios; respondióle] lo mui peor i cruelmente que ellos lo hauían echo [con los canariotes] [que así] se decían […]» 
                                                                                [Gómez Escudero (ca. 1484) 1993: 388]. 

«Por la Ethimologia del nombre de Canarios, que en esta Ysla de Canaria ensi mismos eran llamados Canariotes» 
                                                                                                            [Marín 1694, III, 5: 95v]. 


Montaje hecho a partir del dibujo de Leonardo Torriani (s. XVI) de una lucha entre canarios con las letras líbico-bereberes KNR  de abajo hacia arriba
"¿Podría remitir a un significado autopercibido de la población autóctona como destacados guerreros por su valentía?"
Conclusiones 

Consideramos que hay argumentos suficientes para cuestionar la tan arraigada teoría del origen latino del nesónimo Canaria. Las dudas persisten ya que las informaciones históricas que tenemos son limitadas y contradictorias. 

Si conociéramos una denominación diferente a 'Canaria' para la isla y su población - todo parece indicar que Tamarán es un término falso – la teoría del étimo latino poseería una mayor solidez. Sin embargo, la ausencia de un término alternativo para la isla redonda, a diferencia de otras islas, nos obliga a valorar la posibilidad ya planteada por Desanges y Reyes García de que se trate de un término autóctono en lengua amazigh. En efecto, desde la propia lengua norteafricana existen términos que podrían reinterpretar una posible etimología autóctona.


REFERENCIAS

  • Jimenez González, J. (2014). La tribu de los Canarii. Arqueología, Antigüedad y Renacimiento.
  • Reyes García, I. (2011). Diccionario ínsuloamaziq.
  • Reyes García, I. (2000). Sobre el origen del nombre Canaria.
  • Sabir, A. (2008). Las Canarias Prehispánicas y el Norte de África. El ejemplo de Marruecos. Paralelismos Lingüísticos y culturales.


Curso de Lengua Amazigh en Gáldar


IẒUṚAN. En mes de agosto se celebró en la vieja ciudad de Gáldar el curso "Introducción a la lengua amazigh y su relación con Canarias" impartido por el Doctor en Historia Rumén Sosa Martín. Este curso fue impulsado por la Asociación Patrimonial Attidamana y organizado por la Universidad Popular de Gáldar con el apoyo del Ayuntamiento de Gáldar

En una intensa semana se abordó, por un lado, una introducción teórica sobre la lengua amazigh y sus variedades (historia, situación actual, etc), nociones generales del sustrato conservado en Canarias así como los problemas y oportunidades que presenta. Por último, se esbozaron unas nociones generales de la lengua en sus aspectos fonéticos, morfológicos y gramaticales en general. El curso contó con la colaboración del joven lingüísta cabilio Masinisa Garaoun y tomó como referencia la variedad dialectal tachelhit, si bien se partió de un método didáctico contextualizado en Canarias.