IẒUṚAN. Hoy como ayer la desinformación sigue constituyendo un factor determinante en la interpretación de la canariedad en general. En pleno siglo XVI, los cronistas europeos reconocieron a la población indígena como norteafricana, una realidad de la que eran conscientes los propios naturales.
Sin embargo, siglos después comienza la confusión y el racismo que difumina la cultura de los antiguos y actuales isleños. Todo vínculo con África es ocultado bajo espesas brumas de la superioridad del europeísmo, no fue casualidad que coincidiera con el auge del imperialismo europeo a escala global. Los antiguos ya no serían originarios “de esa Berbería tan cercana”, sino reductos de antiguas razas europeas; cromañoides, germanos, vikingos etc.